¿Migraña o simple dolor de cabeza?

Seguramente más de una vez has experimentado algún dolor de cabeza y lo has tratado con algún medicamento o simplemente con un poco de descanso;

Pero hay otros que son intensos y a veces llegan a ser insoportables.

Cuando este dolor es muy fuerte y aparece de manera reiterativa, se llama migraña o cefalea.

La migraña se define de manera científica como un trastorno de carácter neurológico originado por diversas causas, entre ellas:

  • Problemas en las articulaciones.
  • Enfermedades de la vista como miopía y astigmatismo.
  • Tensiones.
  • Estrés y hasta se habla de factores hereditarios.

Se puede mejorar cuando se logre identificar que lo ocasiona.

 

Tipos de migraña

El dolor que produce la migraña es originado, por alteraciones de los vasos sanguíneos que se puede manifestar de maneras distintas.

Hasta ahora se conocen dos tipos de migraña; una la llamada migraña con aura, donde se generan sensaciones muy claras ya que quien padece de esta dice que algo “le avisa” que el dolor se hará presente entre unos 10 a 30 minutos.

Los síntomas son:

  • Lentitud en la personas.
  • Ver destellos de luces.
  • Sentir hormigueo en manos y cara.
  • Tener dificultades para pensar.

A esto se le suma que puede padecer también de depresión, mal humor, estreñimiento y rigidez en el cuello.

También está el caso de las migrañas sin aura o que no avisan, el afectado presenta dolores recurrentes de cabeza y es acompañado por mareos y mucho sueño.

 

Diferencias entre un dolor de cabeza y la migraña

Por lo general el dolor de cabeza, es una molestia muy desagradable que causa malestar y presión.

Puede ser leve pero también puede agravarse y se manifiesta en ambos lados de la cabeza.  Su duración está entre 30 minutos y hasta una semana.

Es muy común que sea de tipo tensional, esto debido al estrés y ansiedad.

También está el dolor llamado “dolor en racimo”, donde el malestar es un punto específico de la cabeza.

También puede sufrir de dolores de cabeza sinusales, que presentan síntomas muy semejantes a los de las migrañas. Por lo general suelen ocurrir en conjunto a una congestión nasal y son seguidos por tos, presión facial y mucosidad abundante.

Con respecto a la migraña, los dolores son muy intensos y vienen acompañados con otros malestares como dolor en los ojos y oídos, en las sienes, náuseas, vómitos, ver luces intermitentes y visión algo nublada.

Casi siempre afectan solo un lado de la cabeza.

Como se puede ver, la gran diferencia estriba en los síntomas que se presentan.