Laringitis

La laringe es un órgano situado en el cruce de las vías respiratorias y las vías digestivas. Su misión principal es la de impedir que las substancias o cuerpos que ingresan con destino al estómago puedan desviarse e irrumpir en la tráquea. Dicha misión la realiza la laringe ascendiendo cada vez que tragamos, con lo cual queda cerrado, por medio de la epiglotis, el orificio de entrada a las vías respiratorias.

Además, la laringe produce la voz, puesto que sus elementos principales son las cuerdas vocales, que actúan como lengüetas vibradoras, mientras que los repliegues de la laringe intervienen como cajas de resonancia.

Causas de la Laringitis

La inflamación de la laringe podrá producirse a consecuencia de inflamaciones en las zonas vecinas: nariz, garganta, amígdalas, tráquea. En otros casos su inflamación proviene de la irritación producida por vapores nocivos, los llamados «polvos profesionales», o debida a esfuerzos excesivos motivados por gritos, cantos o por hablar excesivamente.

Diagnóstico

Es fácil suponer que está afectada la laringe, cuando aparece una ronquera que puede llegar hasta la afonía completa, y se acompaña de escozor manifiesto en la mencionada zona.

Tratamiento de la Laringitis

Lo primero que conviene es el reposo del órgano. Para ello es preciso que no se hable y que se ingieran alimentos líquidos, preferentemente calientes. Además se evitarán los cambios bruscos de temperatura y especialmente el aire frío. No hay que decir que todos los irritantes —humos, tabaco, etc.— deberán ser suprimidos inmediatamente.

Las aplicaciones locales, en el cuello, de compresas empapadas en agua helada, parece que van mejor que los fomentos calientes. Inhalaciones de agua con sal.

En los casos más intensos el médico efectuará pulverizaciones oleosas, solución de mentol al cinco por ciento en paroleina.