Lesiones cutáneas en la diabetes, consejos y tratamiento

Veamos dos de las lesiones cutáneas en la diabetes más frecuentes, la piel cérea y el escleredema, así como sus síntomas y tratamiento.

Las lesiones cutáneas en la diabetes afectan a un 45% de pacientes

PIEL CEREA Y RIGIDEZ ARTICULAR

Se observa en un 30% de los pacientes jóvenes (edad 1-28 años) con diabetes tipo I (insulino-dependiente) una movilidad limitada de las articulaciones grandes y pequeñas, y en aquellos casos de diabetes de 4-5 años de evolución un agravamiento de la patología articular y que está asociada con complicaciones microvasculares.

Puede evidenciarse la lesión de las articulaciones pequeñas de las manos, si al hacer la prueba de aproximación de las superficies palmares, las articulaciones de las interfalanges no pueden contactar entre ellas.

Aproximadamente el 35% de los pacientes con rigidez articular presentan una piel de la mano tirante, engrosada y cérea. Sin embargo, la piel engrosada solamente se ha observado en aquellos individuos que presentan una enfermedad articular moderada a severa. Normalmente, este aspecto de la piel mejora al normalizar el control de la diabetes.

Aparte de la mejora del control metabólico se desconoce otro tipo de tratamiento.

ESCLEREDEMA EN LA DIABETES

El escleredema se trata de un engrosamiento de la piel y se debe a un cúmulo de mucopolisacáridos que se depositan a nivel de la dermis.

Visualmente no se aprecian las zonas afectadas y fácilmente toman la apariencia de una peau d’orange. Para conocer la extensión de la lesión se debe palpar la zona endurecida.

Normalmente el paciente desconoce la existencia del escleredema, ya que el sitio más frecuente de presentación es la parte superior de la espalda y la parte posterior del cuello.

La cara, la parte superior de los brazos, el abdomen, la parte inferior de la espalda y la lengua son los sitios con menor probabilidad de presentación.

Las infecciones de etiología estreptocócica o vírica suelen preceder al desarrollo del escleredema tanto en los pacientes diabéticos tipo I como tipo II.

En los pacientes diabéticos la forma de manifestación suele ir acompañada con eritema y puede dar lugar a un diagnóstico equivocado de celulitis.

No existe tratamiento específico y eficaz para el escleredema, en ocasiones su curación es espontánea, especialmente en pacientes no diabéticos.