Tratamiento de las encefalitis víricas

Concepto encefalitis víricas.

Las inflamaciones del encéfalo, que son causadas por la acción patológica de diferentes virus, reciben el nombre de encefalitis víricas. Tienen la característica de no originar supuraciones en el encéfalo.

Causas de encefalitis vírica.

Según la localización de los procesos inflamatorios debidos a distintos virus sobre el encéfalo, podemos considerar que existen dos grupos de encefalitis:

  • Primero: Las encefalitis víricas con lesiones que se localizan en la substancia gris del encéfalo: dentro de este grupo cabe considerar la parálisis infantil de localización cerebral, la encefalitis letárgica y la rabia.
  • Segundo: Las encefalitis víricas con lesiones localizadas preferentemente en la substancia blanca del encéfalo: encefalitis complicativa de un sarampión; encefalitis que complica la vacuna antivariólica, y también puede incluirse aquí la encefalitis de la esclerosis en placas.

Cuadro clínico.

Casi todas estas formas de encefalitis evolucionan como una enfermedad infecciosa aguda en la que aparte de los síntomas Infecciosos de fiebre y malestar general se añaden síntomas cerebrales. Tales como: dolor de cabeza, vomitos, perturbaciones de la mente con tendencia a la somnolencia y al estupor. En los niños es frecuente que se añadan convulsiones. En algunos casos se observa rigidez de nuca como en las meningitis y a veces el diagnóstico diferencial con esta enfermedad es difícil de precisar.

A los síntomas generales cerebrales difusos que acabamos de escribir se añaden otros de localización, según donde asiente el proceso inflamatorio. Los mencionados síntomas locales, pueden ser de parálisis de algún miembro. Ejemplos: parálisis de medio cuerpo,- o de pérdida de la posibilidad de hablar; o parálisis parciales de los nervios craneales.

En general, la punción y extracción del líquido cefalorraquídeo demuestra un aumento de presión con indicios de albúmina y aumento de los linfocitos.

Exceptuando la encefalitis de los niños y la encefalitis letárgica, las demás con frecuencia progresan rápidamente causando la muerte del paciente al cabo de pocos días o semanas.

Entre las formas especiales de encefalitis, recordaremos la parálisis cerebral infantil, que tiene grandes analogías con la poliomielitis o parálisis infantil; afecta a los niños en los primeros tres o cuatro años de la vida, y sus lesiones principales se localizan en la substancia gris de la corteza cerebral motora.

Pasados los fenómenos agudos que suelen durar unos días o semanas, queda una parálisis, generalmente de carácter espasmódico —al contrario de la poliomielitis— en que la parálisis es fláccida.

Característica también de la parálisis cerebral es que afecta a todo un lado del cuerpo, es decir la extremidad superior y la inferior de un mismo lado: izquierdo o derecho.

Una vez completamente desarrollada la enfermedad, sus características son tan precisas que el diagnóstico puede hacerse por el simple aspecto del paciente.

Se trata de niños con un retardo del crecimiento, contracturas en el lado enfermo dando a las extremidades paralizadas una actitud muy típica con el brazo aproximado al cuerpo, el codo y la muñeca en flexión, y en el miembro inferior los pies toman una posición muy señalada con las puntas caídas y vueltas hacia dentro (pies equinovaros). Además, el muslo del lado paralizado se aproxima al del otro ojo y casi sube encima del mismo. En el lado de la parálisis, los reflejos del individuo quedan aumentados —al contrario de la poliomielitis— y con frecuencia también hay signo de Babinski (ver “Atetosis”).

En muchos casos dichos niños poseen una inteligencia defectuosa, si bien en algunas excepciones persiste normal su viveza.

Tratamiento de las encefalitis víricas.

El tratamiento de esta enfermedad, en el período agudo, es puramente sintomático. Después, en el período de parálisis, hay que proceder igual que en los casos de parálisis infantil, o sea: tratamientos ortopédicos o intervenciones quirúrgicas, tales como sección de tendones del paciente, o trasplantarle tendones sanos para substituir a los que tiene paralizados.