Causas de la meningitis cerebroespinal epidémica
Esta enfermedad es producida por un germen: el meningococo.
Transmisión de la meningitis
Se transmite desde los enfermos directamente a los sanos por medio de pequeñas gotitas de saliva que se expulsan al toser y transportan los gérmenes, los cuales, penetrando por vía respiratoria, llegan por los vasos linfáticos hasta las meninges cerebrales, donde se desarrollan.
También es posible el contagio por medio de personas sanas (portadores de gérmenes).
Pero, aparte de la causa fundamental, el meningococo, aparece que se requieren unas condiciones propicias: edad (con preferencia niños y adolescentes), los enfriamientos, la fatiga física, la alimentación defectuosa y la gripe.
Cuadro clinico.
Comienza con síntomas de gravedad: escalofríos intensos, fiebre de 40 grados o más, vómitos y a veces hemorragia nasal. Pero entre los síntomas iniciales destacan tres que harán pensar en la meningitis: el dolor persistente e intenso en la cabeza, dolor en la columna vertebral desde la nuca irradiándose hacia toda la espalda, y la te dencia de estos enfermos a evitar la luz intensa, porque les produce una molestia vive en los ojos (fotofobia).
Una vez bien desarrollada la enfermedad, los síntomas son muy evidentes: dolor de cabeza continuo e intenso, que hace arrancar gritos al enfermo (grito meningítico). Este dolor se exagera por la luz, los ruidos y los movimientos; todo ello explica porqué los pacientes quedan inmóviles.
Es característica la contracción de los músculos de la nuca y posteriormente de todo el cuerpo, que hacen adquirir al enfermo posturas viciosas: a veces en posición de gatillo de fusil, o sea, con las rodillas dobladas sobre el vientre.
En la meningitis raramente faltan los vómitos de tipo cerebral, es decir, fáciles, sin esfuerzo, en forma de chorro, sin náuseas.
El médico recurre a unos signos de exploración para confirmar el diagnóstico:
- El signo de Kernig, que se investiga con el paciente acostado y las piernas estiradas: se le coge un pie y se levanta todo el miembro inferior extendido, mientras que la otra mano se coloca por encima de la rodilla. A medida que se levanta el pie se nota cómo la rodilla tiende a flexionarse.
- El signo de Brundzinski consiste en que si se flexiona fuertemente un muslo sobre el vientre, se observa que el miembro opuesto imita el movimiento de flexión.
- Análisis del líquido extraído por punción raquídea, demuestra también unos rasgos muy característicos: presión aumentada, aspecto turbio o purulento, las proteínas aumentan, y lo más importante es que puede demostrarse la presencia de meningococos.
Tratamiento de la meningitis
El tratamiento más eficaz continúa siendo el de las sulfamidas del grupo de las sulfaziadinas, y si éstas fracasan se recurrirá al cloramfenicol. También puede emplearse la penicilina, a condición de darla por vía intrarraquídea o intravenosa a grandes dosis (hasta diez millones de unidades por día).
En los casos graves deberá emplearse el suero antimenin- gocócico simultáneamente con los antibióticos.
En cuanto a los cuidados generales, recordaremos que todo meningítico deberá ser colocado en una habitación semioscura y silenciosa, prohibiéndole las visitas. Además, una bolsa de hielo en la cabeza, para mitigar el dolor intenso. Contra la excitación nerviosa resultan eficaces los baños calientes a 38 grados durante media hora, que pueden repetirse varias veces al día.
En cuanto a la alimentación, si el individuo está inconsciente, sólo se le dará sueros en forma inyectable. Si está consciente, se le podrá dar una alimentación que deberá ser moderada, a base de líquidos nutritivos (leche, caldo, jugos de fruta) o semilíquidos (pures, sémolas o huevos).