Úlcera de estómago

La úlcera de estómago es una enfermedad del estómago caracterizada por la pre­sencia de una ulceración que en muchos casos asienta en el estómago, aunque otras veces se localiza en las proximidades de él: esófago o duodeno.

Causas de la ulcera de estómago.

Es una de las enfermedades más frecuentes en el ser humano, que la padecen sobre todo personas com­prendidas entre los veinte y cuarenta años.

Como causas predisponentes destacan todos los procesos que lleguen a producir inflamaciones crónicas del estómago: alcoholismo, abuso de medicamentos irritantes, alimentación inmoderada, abuso de especias en las comidas, o alimentos de­fectuosamente masticados. .

Desde luego, algunas profesiones están más predispuestas a producir úlcera de estómago, por ejemplo: los zapateros (por los golpes que reciben en la región del estómago); los co­cineros (por la irritación debida a la ingestión de alimentos demasiado calientes, para apreciar el sabor); tratantes en vinos (por el abuso de bebidas alcohólicas y espirituosas); ceramis­tas y pulidores de metales (por el polvo que absorben durante su trabajo).

Causas determinantes: Además de todos los factores pre­disponentes que acabamos de citar hay otro, determinante, que plantea problemas de indiscutible dificultad. Algunos suponen que así como normalmente el ácido clorhídrico del estómago es neutralizado por la secreción de moco alcalino en la zona más distal del estomago, en la inflamación de esta región, habría una disminución de la producción de este moco neutralizante, lo cual podría determinar la producción de la úlcera por el efecto irritante del exceso de ácido no neutralizado.

Otros, en cambio, consideran que el factor más eficaz en la producción de la úlcera gástrica sea una disfunción, es decir, una alteración en la función reguladora del sistema nervioso vegetativo (vago-simpático).

Cuadro clínico de la ulcera de estómago.

De todos los sintonías que puede pre­sentar el ulceroso: náuseas, vómitos, exageración del apetito, sin duda el más importante es e! dolor, sobre el cual insisti­remos.

El dolor es el síntoma cardinal de la úlcera del estómago. Se localiza en la parte más alta del vientre, irradiándose sobre todo hacia el lado izquierdo y el hombro de este lado, aunque a veces el dolor se refiere a la parte media de la columna ver­tebral. Es un dolor agudo, intenso, que obliga al enfermo a doblarse sobre sí mismo. En ocasiones sólo es una sensación de tensión en el estómago, fcs característico que la intensidad del dolor aumenta, haciéndose insoportable después de comi­das abundantes o de platos irritantes y fuertes.

El horario en relación con las comidas es muy característi­co, pudiendo presentar diversas modalidades: lo más corriente es que el dolor sea tardío y aparezca de una a tres horas des­pués de haber comido. En otros casos aparece mucho más tarde y más raramente al acabar de comer. Las variaciones en el ritmo horario dependen de la localización de la úlcera de tal manera que cuanto más cerca esté de la boca de salida del estómago (píloro), tanto más tardío será el dolor.

Es típico del dolor ulceroso que se calme al comer algo: un panecillo, unas galletas, un vaso de leche, o bien al tomar bicarbonato (estos enfermos suelen comenzar ingiriendo el bicarbonato en pequeñas dosis, con cucharita, y acaban tomándolo con la mano).

Como síntomas acompañantes del dolor está la sensa­ción de quemazón en el estómago o de ardor, a veces regurgi­taciones en las que el alimento vuelve a la boca, y con frecuencia abundante salivación.

El dolor ulceroso suele durar una hora. Posee un ritmo anual, de modo que la enfermedad ulcerosa suele evolucionar a brotes agudos que duran de dos a cuatro semanas, pasadas las cuales se instaura un periodo de calma que puede durar semanas, meses y con frecuencia años sin que el enfermo note nada. Y aunque el enfermo se ponga en tratamiento y haga régimen, llega un día, generalmente, en la primavera o el otoño en que de nuevo se pone en marcha el proceso y se reiníciar los períodos dolorosos.

Exámenes complementarios de la úlcera.

El médico posee unos recursos muy valiosos para confirmar el diagnóstico:

  • 1. Estudio químico del contenido del estómago (quimismo que demuestra aumento del ácido clorhídrico y aumento de la secreción gástrica).
  • 2. Estudio radiológico medíante la ingestión de una sus­tancia de contraste (sulfato de bario diluido) que pone de ma­nifiesto la presencia de una zona del estómago en forma de nicho (la úlcera).
  • 3. Observación directa de la mucosa del estómago por medio del gastroscopio(gastroscopia).

Complicaciones de la úlcera de estómago.

El ulceroso está expuesto a las si­guientes complicaciones:

  1. Hemorragias que suelen manifestarse previos unos signos precursores: sensación de malestar, desmayo, palidez, sudores fríos y aumento de la frecuencia del pulso; por un vómito de sangre líquida de color rojo negruzco semidigerida. A los pocos minutos recobra el color, el pulso y el estado ge­neral y al día siguiente o al otro, al ir de vientre, da lugar a unas heces de color negro como el café, que indica la presen­cia de sangre (melena). Además puede ser una de las causas de la diabetes.
  2. Perforación de la úlcera, lo cual se produce en un cinco por ciento de los ulcerosos. Cuando la perforación ocu­rre en la cavidad peritoneal libre se origina una peritonitis aguda difusa. En otros casos la perforación puede resultar tapada por las adherencias inflamatorias o por los órganos vecinos que se adhieren cerca de ella, dando unos síntomas me­nos francos de peritonitis localizada, y en algunos determina la producción de una colección purulenta: absceso:
  3. Una complicación bastante rara, pero que es preciso recordar, es la transformación en cáncer de una úlcera de estómago: degeneración maligna.

Tratamiento de la úlcera de estómago.

Nos referiremos esquemáticamente a los medicamentos que el médico suele emplear, para desarrollar más ampliamente la parte correspondiente a las medidas higié- nico-dietéticas:

Tratamiento medicamentoso:

El número de medica­mentos propuestos para la terapéutica de la úlcera es tan eleva­do que es imposible citarlos todos. Con base a las característi­cas de acción de cada uno de ellos, podemos aceptar los grupos siguientes:

  • a) Medicamentos protectores: subnitrato o carbonato de bis­muto, silicato de alúmina.
  • b) Alcalino: bicarbonato sódico, hídróxido alumínico coloi­dal, resinas de cambio de aniones.
  • c) Modificadores del sistema nervioso neurovegetativo: atro­pina y toda una serie de drogas que poseen la acción de frenar o inhibir las funciones del sistema nervioso para- simpático y específicamente el nervio vago ( reciben el nom­bre genérico de medicamentos anticolinérgicos), entre los cuales se emplea el bromuro de metantelina, la elorina, el darstine, etcétera.
  • d) Productos hormonales. Se ha empleado sin demasiado éxi­to la enterogastrona, los extractos de tiroides, paratiroides, preparados de hipófisis, la desoxicosterona, la testoterona y los estrógenos.
  • e) Reforzantes y tónicos: Son útiles en el ulceroso la vitami­na C y B, así como también los preparados a base de aminoácidos y los extractos de hígado.

Medidas higienicodietéticas:

  • a) Reposo: Se puede ensayar en las formas no muy in­tensas la curación de la úlcera sin interrumpir las activi­dades profesionales; pero en tales casos se recomendará que después de las comidas se permanezca echado por lo menos una hora, calor aplicado en la región del estó­mago. En las formas más importantes será preciso efec­tuar la cura de reposo en cama durante cuatro semanas o bien hasta que desaparezcan por completo las molestias. El reposo no se refiere solamente al reposo del cuerpo, sino también a la tranquilización psíquica, manteniendo al paciente libre de las inquietudes psíquicas cotidianas y de los problemas morales que pudieran repercutir desfavorablemente sobre su afección.
  • b) Es útil que estos enfermos coman poco y con frecuencia: unas cinco comidas, no muy copiosas, al día.
  • c) Comer con lentitud y masticando minuciosamente.
  • d) Se ha de prescindir de las comidas y bebidas muy calienentes o muy heladas, lo mismo que de los picantes y sa­lados excesivos.
  • e) Se recomiendan alimentos que no sean estimulantes de la secreción del ¡ugo gástrico y se recurre a los que lo inhi­ben : grasas muy digeribles como la nata, mantequilla, aceite de olivas y los neutralizantes del ácido clorhídrico, por ejemplo, leche, clara de huevo, carne blanda.
  • f) Prohibidos el pan integral, legumbres, col, pepinos, frutas crudas, alimentos muy condimentados, salsas, vinagre, que­sos picantes, vinos, ácidos, café, alcohol, etcétera.
  • g) Resulta útil anteponer a cada comida !a toma de una taza de mucílago de avena o de trigo, con el fin de proteger la úlcera con una capa protectora ie moco.
  • h) Las curas de ayuno están contraindicadas en la úlcera gástrica, porque la secreción del estómago vacío irritaría más la zona ulcerada.

El tratamiento operatorio está indicado siempre que haya perforación, estrechez muy marcada del píloro y hemo­rragias intensas que ponen la vida en peligro.

Y en todos los casos será el médico quien decida las venta­jas de una intervención, valorando ponderadamente los peligros y el estado del paciente.