Vivir en pareja puede ser complicado por diferentes razones relacionadas con la convivencia, la limpieza del hogar o los horarios que cada miembro tiene costumbre de seguir. Sin embargo, dormir en pareja puede ser el inicio de varios quebraderos de cabeza que pueden terminar con tu relación sentimental o con la salud de alguno de los dos.
Los problemas a la hora de dormir en pareja son más comunes de lo que muchas veces nos pensamos, se puede convertir en el detonante de una relación. Posturas incómodas, insuficiente espacio en al cama, ronquidos, movimientos bruscos y un largo etcétera puede suponer el inicio del fin de una bonita historia de amor.
La calidad del sueño en juego
Para algunos puede ser difícil pensar que, algo tan íntimo como compartir menos de dos metros cuadrados de colchón, acabe siendo una pesadilla. El descanso nocturno es fundamental para gozar de buena salud y poder rendir al 100% la siguiente jornada. El sueño contribuye a que nuestros órganos funcionen adecuadamente y beneficia al buen sistema inmunológico en general.
Estos pueden ser algunos de los consejos que deberías seguir si temes que dormir en pareja se convierta en una rutina temible:
- Cuida tu alimentación
En este apartado no nos referimos solamente a “comer sano”, algo que debemos hacer independientemente de con quién durmamos. Las cenas deben ser ligeras, por lo que has de evitar la denominada comida rápida y los alimentos altos en grasas o azúcares a partir de la media tarde. Esto provoca que se creen molestias para dormir, acidez y gases, provocando que el sueño no sea placentero, y el de la persona que está a tu lado tampoco. Respeta los horarios y no cenes demasiado tarde, lo ideal es que vayas a la cama, como mínimo, dos horas después de la cena.
- Evita los aparatos electrónicos
No es recomendable usar teléfonos móviles, tabletas o televisores antes de acostarse. Este tiempo frente a la pantalla antes de acostarte puede afectar negativamente a tu sueño. Además, en caso de tener problemas para dormir en pareja, es importante que dejes este tipo de aparatos aparcados una hora antes de ir a la cama.
- Familiarízate con los suplementos
Habrás oído hablar de ciertos suplementos alimenticios que ayudan a conciliar el sueño. Muchos de ellos están elaborados a partir de ingredientes naturales y pueden llegar a ser mucho más eficaces que algunas infusiones. La melatonina o el magnesio son dos componentes que no pueden faltar en estos complementos nutricionales que te ayudarán (a ti o a tu pareja) a dormir más rápido.
- En busca de la temperatura perfecta
Otra razón por la que no es lo mismo dormir solo o en pareja es la temperatura ambiente. En verano puede que el ambiente de la habitación se cargue demasiado, por lo que se recomienda mantener la puerta (o la ventana) abierta para que el sueño sea más agradable y reparador. Si tampoco os ponéis de acuerdo en este punto, lo ideal es que uno de los dos use alguna capa de más (manta, pijama, camiseta…).
¿Dormir en pareja o dormir separados?
Es importante desprenderse de ciertos prejuicios. Probablemente, desde fuera, dormir por separado parezca una medida extrema, o el signo de una relación tensa. Nada más lejos de la realidad, de hecho, podemos estar ante la muestra de una relación sólida, siempre y cuando se haga en ocasiones específicas.
Cabe destacar que las parejas que duermen juntas se despiertan seis veces por noche en promedio. Este tipo de alteraciones puede conducir a la falta de sueño, lo que provoca una gran cantidad de problemas de salud mental y física que pueden acabar afectando a la calidad de la relación.
Otra alternativa puede ser comprar dos camas individuales y juntarlas en la misma habitación. Recuerda que también existen colchones de matrimonio especiales. Por último, y no por ello menos importante, la regla de oro: no te obsesiones.