Prescripción del régimen del diabético

Según la Escuela Sudamericana de Nutrición prescribir un régimen es enumerar las cantidades absolutas y relativas de calorías, hidratos de carbono, proteínas, grasas, minerales y vitaminas que lo componen y señalar los caracteres que lo particularizan (en función de los residuos, de la consistencia, de la condimentación, de las purinas, del fraccionamiento). La prescripción del régimen del diabético se hace a través de una fórmula, denominada fórmula sintética.

Realizar un régimen es determinar, una vez conocida la fórmula sintética, la cantidad de alimentos, formas de preparación y formas de distribución.

La fórmula sintética con que se prescribe un régimen, se establece a priori, en función de los datos clínicos que se poseen. Pero la eficacia del régimen prescrito sólo se juzga por los resultados. De allí la importancia de efectuar una evaluación a posteriori, para indicar las rectificaciones que se consideren necesarias.

Calorías de la dieta del diabético.

Las calorías que corresponden a un diabético son las mismas que le corresponden a un no diabético en su misma situación. Deberá tenerse en cuenta al determinarlas, la edad, sexo, peso teórico, actividad muscular, situación biológica (niñez, adolescencia, embarazo o vejez) y los síndromes concomitantes, en especial obesidad o delgadez.

Un diabético con peso corporal normal tiene los siguientes requerimientos: con trabajo liviano 30-35 calorías por Kg de peso teórico; con trabajo mediano 40 calorías; y con trabajo pesado, alrededor de 50 calorías. Este valor calórico debe ser rectificado o ratificado según la evolución posterior del peso corporal.

Los diabéticos mayores de 60 años deben tener una reducción en su valor calórico de casi el 10 por ciento.

Para establecer la cuota calórica en diabéticos infantiles (hasta la edad de diez años), P. White da una fórmula útil y práctica. Al niño o niña de un año le asigna 1.000 calorías. Agrega 100 calorías por año subsiguiente. Por ejemplo un niño de siete años debe tener un requerimiento de 1.600 calorías.

La cuota calórica en la adolescencia varía en función del sexo. Ruby, Kelly y Jackson aconsejan que las calorías correspondientes a los varones de esa edad sean semejantes a las de los no diabéticos (entre 2.700 y 3.000 calorías diarias). Por el contrario la cuota para las niñas es muy inferior por la tendencia de éstas a desarrollar obesidad en la adolescencia. Gradualmente aconsejan descender la cuota de 63 calorías por Kg de peso teórico a los 11 años hasta 35 al llegar a los 18 años. La cifra absoluta se aproxima a las 2.000 calorías.

El diabético obeso debe tratarse con las calorías correspondientes a su obesidad (alrededor de 800-1.100 calorías).