Peste bubónica

Causas y transmisión de la peste bubólina

Es una enfermedad infecciosa que se desarrolla preferentemente en los trópicos. Comenzó a ser conocida en el último siglo, en Hong-Kong, en 1894. Pocas naciones han escapado enteramante de su contagio. Es produ­cida por el bacilo pestoso de Yersin-Kitasato, cuyos reservorios principales son los roedores (ratas, marmota, ardilla del suelo), así como los hombres enfermos de peste neumónica al toser y expectorar (sus gotitas de saliva sirven de vehículo al ger­men).

La transmisión desde los enfermos al hombre recepti­vo, se realiza habitualmente por medio de la picadura de la pulga o de la chinche.

La puerta de entrada habitual es a través de la piel, por la picadura de los mencionados insectos, y algunas veces por la vía respiratoria.

Cuadro clínico de la peste bubólina

Puede ofrecer tres formas:

1  La peste bubónica, llamada de este modo porque afec­ta preferentemente a los ganglios, que se inflaman y aumentan de tamaño (bubones), junto con una sintomatologia general que confiere un carácter de gravedad a la afección. Los bubones suelen terminar supurando, eliminando un pus muy fétido. Es una forma grave que puede provocar la muerte hacia el cuarto día.

  1. La peste neumónica es menos frecuente que la ante­rior y origina, además de los síntomas generales que indi­can gravedad, una inflamación aguda e importante de los pul­mones.
  2. La peste septicémica, como indica su nombre, se carac­teriza sobre todo por el estado de intoxicación general, siendo frecuentes las hemorragias. Es una forma sumamente grave, que ocasiona la muerte en un día.

Prevención de la peste bubónica

Se basa en la declaración obligatoria a los organismos sanitarios. El aislamiento total del enfermo hasta pasado un mes de su cura. Lucha contra las pulgas. La desratización de barcos y alcantarillas. Y la incineración de todos los muertos de peste y de las casas que habitaron.

Hay una vacuna preventiva que resulta muy eficaz.

Tratamiento de la peste bubónica

El tratamiento se hará mediante el empleo de suero antipestoso, sulfamidas del grupo de la sulfadia- zina y la sulfameracina, tónicos cardiovasculares. En cuanto al tratamiento de los bubones será prero abrirlos cuando estén reblandecidos, inyectando en su interior preparados