Las mujeres mayores de 40 años tenemos necesidades especiales, particularmente cuando se trata de apoyar la salud y el bienestar del organismo. Llega la hora de preparar a tu cuerpo para el cambio de la mediana edad, por lo que debes ser consciente de cambiar algunos hábitos en tu rutina y alimentación.
Los problemas relacionados con los cambios hormonales, la salud del corazón, la densidad ósea, el peso y el bienestar general se vuelven cada vez más importantes. Por lo general, se trata de una nueva etapa que supone el final de los años fértiles de la mujer. Además, es un período en el que aparece la perimenopausia o el cese de la menstruación.
Vitaminas y hierbas para la mujer
A partir de los 40 años, las mujeres tendemos a presentar cada vez más síntomas premenstruales y cambios de humor, sin descartar episodios de sofocos e insomnio. Los síntomas pueden ser más leves en algunas mujeres, mientras que para otras se presentan como una montaña rusa de emociones y cambios físicos. Para ello, recomendamos una serie de vitaminas para la mujer, especialmente indicadas para aquellas que se acercan a los 40 años y desean prevenir cualquier trastorno o síntomas relacionados con el paso de los años.
Por ejemplo, es importante el apoyo a las glándulas suprarrenales de la mujer en esta nueva etapa. Esto puede servir para lograr una transición más suave de la perimenopausia a la menopausia. Además, cuando una mujer tiene síntomas exagerados del síndrome premenstrual, se puede recurrir a un suplemento que favorezca al sistema hepático, generalmente a base de hierbas que ayudan con la descomposición del estrógeno o la desintoxicación hormonal.
Apoya la salud de los huesos
El calcio es uno de los nutrientes más recomendables para reforzar el bienestar del sistema óseo. Se trata de un mineral necesario para otras funciones básicas en el cuerpo, como la contracción muscular, la función del sistema nervioso, la salud cardiaca y otras reacciones bioquímicas. Si no obtienes suficiente calcio en tu dieta, el cuerpo roba este valioso nutriente de tus huesos, lo que termina debilitándolos.
No obstante, a pesar de que la necesidad de calcio en el cuerpo crece con el paso de los años, especialmente en mujeres a partir de los 40, esto no significa que debas abusar de las cantidades de calcio. El exceso puede ser perjudicial para la salud del corazón, por lo que es importante controlar los niveles de calcio y la ingesta del mismo, 1000 mg al día para mujeres de 40 a 50 años es una buena opción. Los puedes adquirir mediante la suplementación o siguiendo una dieta rica en lácteos, tofu, sardinas, brócoli, almendras y espinacas.
Por otra parte, el magnesio también es importante para la salud de los huesos, ya que contribuye a la reducción del riesgo de fracturas óseas y osteoporosis. Asimismo, el zinc es otro mineral que puede servir de ayuda en este ámbito, necesario para el crecimiento esquelético normal y la homeostasis ósea.
El boro es un oligoelemento que se necesita solo en pequeñas cantidades, esencial para la salud de los huesos. Tal y como ocurre con la vitamina K2, una buena aliada para dirigir el calcio hacia donde necesita ir en el cuerpo (huesos y dientes). Es una vitamina que favorece el mantenimiento saludable de las paredes de los vasos sanguíneos.
Protege tu corazón
Siempre es importante mantener el buen estado de la función cardiaca. Puede apoyar a tu corazón con ingredientes naturales como el aceite de pescado, popular por su alto contenido en ácidos grasos omega-3. Estas grasas son vitales para el bienestar del sistema cardiaco. Los pescados, como la caballa, la trucha, el arenque, las sardinas, el atún blanco y el salmón, son una fuente rica en omega-3 EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico).
Además, muchos estudios abalan que la vitamina E puede contribuir a mejorar la salud del corazón.
El cuidado de la salud suprarrenal en mujeres mayores de 40 años
Algunos extractos vegetales también pueden ser beneficiosos para la salud general de la mujer en la mediana edad. Por ejemplo, la Rhodiola es un adaptógeno que puede ayudar a reducir el estrés. Además, esta planta favorece el mantenimiento regular de los niveles de cortisol durante situaciones complicadas. Debes saber que demasiado cortisol (principal hormona del estrés) agota las reservas de nutrientes, degradar la memoria y tener efectos devastadores sobre la presión arterial, el azúcar en sangre y el metabolismo. La Rhodiola es una planta que aporta vitalidad y contribuye a la optimización de la concentración en personas con fatiga suprarrenal.
Por su parte, el ginseng es otro adaptógeno que se ha usado tradicionalmente como tónico para el rejuvenecimiento. Algunos estudios sugieren que demuestra una regulación muy eficaz del estrés, en comparación con la que muestran otros adaptógenos.
Para terminar, la Ashwagandha es una hierba que ayuda al cuerpo a lidiar con el agotamiento, ya que respalda la función suprarrenal saludable. A menudo se usa para equilibrar las hormonas del estrés y apoyar los niveles de energía de las personas con fatiga suprarrenal.
Referencias
Pizzorno L. Nothing Boring About Boron. Integr Med (Encinitas). 2015 Aug;14(4):35-48.
Lee S, Rhee DK. Effects of ginseng on stress-related depression, anxiety, and the hypothalamic-pituitary-adrenal axis. J Ginseng Res. 2017 Oct;41(4):589-594.