Aunque en 1889 Von Mering y Minkowski produjeron en el perro una diabetes experimental mediante la extirpación del páncreas, no es hasta 1922, después que Banting y Bestdemuestran la actividad antidiabética de los extractos pancreáticos, cuando se centra la atención médica en el páncreas, en busca de la etiología y del tratamiento de la diabetes. Posteriormente los conocimientos sobre la insulina han ido perfeccionándose de una forma progresiva, de modo que hoy día se pueden exponer de manera organizada.
La insulina es un polipéptido constituido por dos cadenas de aminoácidos unidas por dos puentes disulfuro. La cadena A consta de 21 aminoácidos y es de naturaleza ácida; la B tiene 30 aminoácidos y es básica. Los puentes disulfuro unen los aminoácidos 7 y 20 de la cadena A con el 7 y 19 de la B, y además los aminoácidos 6 y 11 de la cadena A entre sí.
La mayoría de los animales conocidos tienen la misma estructura en la molécula insulínica, pero difieren unos de otros en la secuencia de aminoácidos. Así, por ejemplo, las insulinas del perro y del cerdo son casi idénticas a la humana, excepto en su aminoácido terminal de la cadena B, que es alanina en ambas especies y treonina en el hombre. Igual ocurre con otros mamíferos; pero si se comparan diferentes especies entre sí, se ve que cuanto mayor es la distancia filogenética, mayores son las diferencias; así, la insulina del bacalao difiere de la bovina en 14 aminoácidos de la cadena A y en 9 de la B. Una particularidad de la insulina del sapo marino es que sólo tiene 28 aminoácidos en la cadena B.
La insulina utilizada en terapéutica se obtiene por extracción de páncreas animales (cerdo, vaca) con ácido-etanol y posterior precipitación con éter-etanol, por lo general. En esas condiciones se pierde el cinc y para cristalizar la hormona es necesario añadir cinc u otros iones metálicos. como el cadmio, níquel o cobalto. El peso molecular de la insulina es 12.000 en medio ácido y sólo 6.000 en medio alcalino o en su medio fisiológico.
En 1966 se consiguió por primera vez sintetizar la insulina simultáneamente en U. S. A. , Alemania y China, y hoy día es posible sintetizar cualquier tipo de insulina e incluso crear otras nuevas diferentes de las naturales por combinación, por ejemplo, de la cadena A bovina con la B humana.
Es sorprendente cómo las insulinas naturales (y sintéticas), a pesar de sus notables diferencias en la secuencia de aminoácidos, poseen todas ellas una misma actividad biológica medida por las convulsiones hipoglucémicas en el ratón, excepto para la del cobaya, que es menos activa por ese método.
Este hecho hace que sea muy difícil poder asignar esa actividad biológica a una parte de la molécula. Lo que es común a todas ellas es la forma molecular con dos cadenas polipeptídicas y dos puentes disulfuro, así como los sitios de la cisteína e histidina. La oxidación o reducción de los grupos disulfuro inactiva la insulina; también se pierde actividad con la esterificación de los grupos carboxilicos o la modificación de los grupos fenólicos hidroxílicos e imidoazólicos.Hoy por hoy, no se conoce cuál es el núcleo biológico fundamental de esta hormona.