La herencia de la diabetes de padres a hijos de los diferentes haplotipos es la misma que se puede observar en las familias no diabéticas un 25% de los hijos heredarán 2 haplotipos de riesgo, el 50% compartirían sólo un haplotipo y el 25% restante ninguno. El grupo que genéticamente sería más susceptible en desarrollar la herencia de la diabetes son aquellos que han heredado los dos haplotipos de riesgo, en estos casos la enfermedad se observaría en un 20% aproximadamente.
La herencia de la diabetes.
La herencia de la diabetes tipo I parece ser determinada por caracteres hereditarios recesivos, se ha de heredar un gen de cada progenitor. Este hecho es importante en nuestra función de informar a la familia en las primeras semanas del diagnóstico de la diabetes ya que muchas veces se asocia un grado variable de culpabilidad en los progenitores, sobre todo si una parte de la familia ya ha padecido una diabetes clínica.
Si la tendencia para desarrollar diabetes se heredara con carácter dominante ello supondría casi un 50% de la descendencia afectada y no el 8% observado. El supuesto exceso de pacientes con diabetes y HLD DR3 y DR4 y el cuestionable exceso de haplotipos derivados del DR4 parece estar presente en sólo determinados grupos étnicos y ausentes en otros.
La mezcla de pacientes tipo I y tipo II entre la población de adultos dificulta el análisis genético en el mapa familiar en donde se presentan ambos tipos de diabetes.
La herencia de la diabtes y los anticuerpos antiislote.
En la actualidad disponemos de técnicas de laboratorio que permiten detectar la existencia de anticuerpos antiislotes citoplásmaticos (ICA) y de los anticuerpos contra la superficie celular de los islotes (ICSA). El antígeno responsable del desarrollo de un anticuerpo específico contra la célula beta aún está en vías de estudio.
No obstante, la presencia de ICA en familiares en primer grado de sujetos afectos de diabetes mellitus representa un excelente marcador para determinar el riesgo de desarrollar una diabetes tipo I a cortomedio plazo.
Los estudios orientados en buscar población de riesgo para padecer una diabetes mellitus están generalmente desaconsejados salvo que formen parte de estudios de investigación, multicéntricos, randomizados, por el hecho de que a un individuo con marcadores positivos no podemos ofrecerle ninguna solución por el momento.