La hipertensión arterial y diabetes son dos enfermedades que en muchas ocasiones van de la mano, veamos el por qué y su prevalencia.
Las mujeres tienen más predisposición a sufrir hipertensión arterial y diabetes
Se estima que 2,5 millones de americanos padecen diabetes mellitus e hipertensión. La prevalencia de la hipertensión en pacientes diabéticos se incrementa con la edad.
Las condiciones predisponentes se observan con más frecuencia en el hombre que en la mujer antes de la edad de 50 años y en las mujeres después de esta edad.
La prevalencia de la hipertensión en pacientes con diabetes es el doble en la población de raza negra que en los diabéticos de raza blanca como también son las injusticias socioeconómicas.
Además de la edad, raza, sexo e índice de masa corporal, se debe de tener en cuenta que un factor muy importante y que favorece el desarrollo de una hipertensión es el tiempo de duración de una diabetes y la presencia de proteinuria.
El riesgo de una enfermedad cardiovascular aumenta drásticamente con la coexistencia de diabetes e hipertensión. Efectivamente, la muerte por riesgo cardiovascular es aproximadamente el doble en aquellos individuos diabéticos que además presentan una hipertensión.
Estos pacientes sufren un número mayor de procesos de tipo isquémico coronario que aquellos que son diabéticos y normotensos. Así mismo, la enfermedad vascular periférica también se manifiesta más intensamente y frecuentemente cuando se asocia la hipertensión a la diabetes.
Tanto la hipertensión como la diabetes son factores de riesgo que se potencian cuando coexisten en un mismo individuo.
La hipertensión en pacientes con diabetes acelera la aparición y evolución de la retinopatía diabética. Existe una relación clara entre las presiones arteriales, tanto diastólicas como sistólicas y el grado de retinopatía diabética proliferativa.
Además se ha demostrado que un tratamiento efectivo de la hipertensión enlentece la evolución de la retinopatía diabética.