Glucosuria renal

El hallazgo de glucosuria sin hiperglucemia, glucosuria constante con escasa fluctuación relacinada con la alimentación, prueba de tolerancia oral a la glucosa normal o plana, presencia de una sustancia reductora como la glucosa en orina y almacenamiento y utilización normal de los carbohidratos corresponde al siguiente cuadro clínico:

A Pentosuria.

B Diabetes floricínica.

C Glucosuria del embarazo.

D Glucosuria renal.

E Síndrome de Fanconi.

 

D. Glucosuria renal.

Estos criterios de Marble definen a la glucosuria renal para evitar confusión con la diabetes mellitus.

En el síndrome de Panconi, la glucosuria renal es parte de una disfunción tubular proximal que afecta a múltiples sustancias (aminoácidos, HC03’, Ca2+, proteínas, etc.).

La glucosuria del embarazo puede aparecer simplemente por un aumento de la volemia (típica de la gestación) con el consiguiente aumento del filtrado glomemlar. De todas formas, una “glucosuria del embarazo” debe ser diferenciada de una auténtica diabetes mellitus ignorada (para ampliar detalles véase la pregunta 308).

El glucósido floricina es un tóxico tubular renal y puede producir glucosuria transitoria (glucosuria floricínica).

Finalmente, existe la pentosuria esencial o idiopàtica que es un trastorno metabòlico hereditario que se traduce por elevados niveles de L-xilulosa en la orina. Tiene carácter benigno.

En cualquier caso, ante la presencia en orina de una sustancia “reductora” debe investigarse si se trata de glucosa o no (prueba de la glucosa-oxidasa)

Tras una noche de ayuno, la concentración de insulina plasmática en sujetos normales oscila entre 10-25 U/ml.

Tras una prueba de sobrecarga oral de glucosa, este valor se eleva hasta más de 100 U/ml para volver a cifras normales basales a los 120 minutos.

Las personas obesas no diabéticas tienen habitualmente niveles de insulinemia más elevados.