Formas de asfixia

  1. Concepto de asfixia.

    La asfixia es la consecuencia de una dificultad en la oxigenación de la sangre a nivel del pulmón.

    Formas de asfixia.

    Las tres condiciones necesarias para asegurar la función respiratoria, son:

    • Primero:La composición conveniente del aíre inspirado.
    • Segundo: La integridad de las vías respiratorias, y el buen funcionamiento de la musculatura respiratoria.
    • Tercero: El funcionamiento normal de la circulación pulmonar).

    Según que el trastorno recaiga en cualquiera de los tres elementos mencionados, obtendremos una forma distinta de asfixia.

    Primero:

    1. Asfixia por confinamiento: Resulta de la falta de renovación del aire en el espacio donde respira el individuo, el cual consume el oxígeno, y produce anhídrido carbónico. Las consecuencias son la falta de oxigenación de la sangre, y el aumento de anhídrido carbónico en la misma.
    2. Asfixia por respiración de diversos gases, que pueden ser gases inertes: como el nitrógeno o el hidrógeno, tóxicos: como el protóxido de nitrógeno, el cual determina una disminución progresiva del gas carbónico en la sangre.
      La intoxicación por el óxido de carbono (gas del alumbrado) determina una fijación de este gas sobre la hemoglobina de los glóbulos rojos haciéndolos impropios para transportar oxígeno.
      Asimismo pueden incluirse en este apartado los gases de guerra, que producen asfixia por un mecanismo de edema agudo del pulmón en los casos de gases sofocantes (gases clorados); o por una alteración de la mucosa de la tráquea y los bronquios, como sucede en el caso de los gases vesicantes (iperita).
    3. Asfixia por disminución de la tensión parcial de oxigeno del aire inspirado. De este modo es cómo se producen los fenómenos asfícticos del llamado “mal de montaña”, y del “mal de los aviadores”.

    Segundo:
    Asfixia por obliteración de las vías aéreas y por déficit de la musculatura respiratoria (asfixias mecánicas).

    1. La obstrucción de las vias aéreas superiores puede ser debida a cuerpos extraños, tumores (bocio), edema de la glotis, espasmo y parálisis de las cuerdas vocales, laringitis diftérica.
      La estrangulación y la ahorcadura tienen efectos más complejos puesto que en estos casos se añaden compresiones de los vasos del cuello, reflejos de inhibición, etcétera.
    2. La obliteración de las vías aéreas inferiores y de los alvéolos pulmonares se produce en la submersión; y en diversas enfermedades difusas del pulmón (atelectasia, granulia tuberculosa, neumotórax doble, etcétera).
    3. Por inhibición del centro respiratorio puede originarse una dificultad en el funcionalismo de la musculatura respirasetona. Es el caso del sincope respiratorio, ya se deba a vapores anestésicos, o bien a gases sofocantes. De modo similar actúa la fulguración (acción del rayo) y la electrocución con corrientes por encima de mil doscientos voltios, provocando un fracaso en el funcionalismo del bulbo, lo cual conduce a la asfixia. También produce dicho tipo de asfixia la impregnación tóxica del bulbo (por anestesia excesiva, intoxicación cocainica, o por ácido cianhídrico).
    4. Por acción directa sobre los músculos respiratorios puede producirse asfixia. En el caso de la parálisis respiratoria por intoxicación debida al curare (empleado para envenenar flechas); o bien la asfixia que sufren los tetánicos, por contractura de los músculos respiratorios.

    Tercero:
    Asfixia por trastornos de la pequeña circulación (asfixia circulatoria). Si bien no todos los ataques de este tipo de asfixia son de origen accidental, debemos estudiarlos aquí, por la aparatosidad de sus manifestaciones.
    La oclusión brusca de una arteria pulmonar importante, por ejemplo por una embolia, puede determinar una asfixia intensísima, e incluso mortal.

    Mecanismo de asfixia.

    Por cualesquiera de las causas mencionadas la sangre no puede captar el oxígeno a nivel del pulmón. El corazón envía a las arterías “sangre negra”, con exceso de anhídrico carbónico, y con un déficit de oxígeno, la cual es impropia para mantener la vida de las células. Pero no todos los órganos se afectan al mismo tiempo frente al déficit de oxígeno. Lo aclararemos: mientras que los centros nerviosos sufren los primeros la acción perjudicial de la sangre negra, el corazón continúa contrayéndose durante algún tiempo en el curso de la asfixia y sólo tardíamente, después de haber sufrido las consecuencias de la asfixia todas las partes del cuerpo, deja de latir el corazón por la influencia tóxica de la sangre que circula por sus paredes.

    Resulta, pues, que entre el comienzo de los accidentes asfícticos y el estado de muerte aparente (cuando ya no respira el individuo pero todavía late su corazón) existe un largo periodo en que el accidentado puede ser recuperado por medios apropiados que será preciso emplear cuanto antes.

    Y aun percibiéndose los latidos cardíacos, el tratamiento enérgico, racional y fisiológico, ha podido lograr casos de recuperación.

    En general, a los tres minutos de cesar la respiración, deja de latir el corazón. De los tres a los quince minutos después de haber dejado latir, se producen lesiones irreversibles en los centros encefálicos.