CAUSAS de la Equinocosis
La equinocosis es producida por el gusano «tenia equinococus», que mide unos cuatro milímetros. Está constituido por tres segmentos: la cabeza con una doble corona de ganchos y cuatro ventosas, los anillos y la matriz donde pueden alojarse hasta medio millar de huevos.
Los mencionados gusanos realizan un desarrollo que resulte bastante complicado, porque para cumplir su ciclo evolutivo tienen primero que pasar por un animal que les sirve de «hospedero» intermedio hasta que, por fin, consiguen la forma madura al trasladarse a otro animal. En el caso del gusano «tenia equinocosis», pueden ser huéspedes intermedios del mismo: el cerdo, la oveja o el hombre, mientras que el hospedaje definitivo lo encuentra en el perro. En el intestino del perro, enfermo, se hallan los gusanos adultos adheridos por sus ventosas.
TRANSMISIÓN de la Equinocosis
El hombre puede contagiarse de las siguientes maneras:
- Las heces de los perros enfermos eliminan huevos que proceden de los gusanos, los cuales pueden contaminar aguas de bebida o bien hierbas ingeridas por un herbívoro, por ejemplo, el carnero, y luego actuar de reservorio intermedio, contaminando al hombre cuando ingiere su carne.
- Al acariciar y todavía más al besar un perro enfermo que tenga en sus pelos huevos adheridos, lo cual es frecuente por la costumbre de los canes de lamerse el ano.
- Según algunos autores, existe la posibilidad de la transmisión por el aire con el polvo «transmisor» que conllevaría huevos contagiantes que penetrarían directamente en el pulmón.
De lo explicado se deduce que el vehículo de contagio fundamental para el hombre son los huevos, y no los gusanos adultos. Los gusanos se desarrollan exclusivamente en el intestino del perro, también del chacal y del lobo, pero nunca en el intestino del hombre.
CUADRO CLINICO de la Equinocosis
Al penetrar en el hombre, los huevos que proceden de las deyecciones del intestino del perro, sufren en su estómago, por acción del ácido, una destrucción de su envoltura. Quedan los embriones libres que pasan al intestino, atraviesan su pared y a través de la sangre llegan al hígado, que es la localización más frecuente.
A veces, traspasan el filtro que representa el hígado y pueden hasta invadir el pulmón. En algunos casos incluso logran llegar a localizarse en el cerebro, en el bazo, en los músculos, huesos, etcétera.
Asentado ya el embrión en un órgano de los mencionados, se transforma por pérdida de sus ganchos en un «quiste hidatídico». Quiste formado de una pared o corteza que a su vez está constituida por dos capas, llamándose, a la más interna, capa germinativa. Dentro del quiste hay un líquido hidatídico claro y transparente como el agua de roca.
A partir de la capa germinativa del quiste se producen una serie de tumoraciones que se van desprendiendo y caen dentro del líquido quístico. Reciben el nombre de cisticercos, y no son más que cabezas de tenia, en una fase embrionaria. Si el quiste principal se rompe pueden liberarse los cisticercos, los cuales, si llegan al intestino del perro, originarán nuevamente los gusanos adultos.
Como se comprende de lo descrito, la traducción clínica de la enfermedad será muy distinta según que el quiste quede asentado en el hígado, en el pulmón o en cualquier otra parte. En todos los casos el médico posee unos medios para ayudarse en su diagnóstico:
El análisis de sangre, que demostrará, sobre todo, el aumento de los eosinófilos.
- Una reacción de desviación de complemento que recibe el nombre de reacción de Weinberg.
- Otra reacción, más sencilla pero muy eficaz, es la intradermorreacción de Casoni.
- Asimismo el examen radiográfico es muy importante al demostrar la presencia de sombras redondeadas características de los quistes hidatídicos.
PREVENCIÓN de la Equinocosis
Ante todo será preciso luchar para la supresión de la infección en los huéspedes definitivos. La elimi- :.ación de los restos de las ovejas muertas, lo mismo que los desechos de los mataderos, constituyen los medios indispensables para evitar la difusión de la enfermedad.
En cuanto a los seres humanos, la prevención consiste en descubrir a los animales domésticos que han producido el contagio y prevenir a las gentes contra el peligro de contaminar las manos, el alimento o las bebidas, con las heces de los perros.
TRATAMIENTO de la Equinocosis
Una vez averiguada la localización de un quiste hidatídico en el pulmón o en el hígado, en la mayoría de los casos ello requerirá la extirpación operatoria, y cuanto antes, mejor.