Arterioesclerosis

Concepto de Arterioesclerosis.

Es una enfermedad por desgaste o envejecimiento de las arterias.

Causas de la arterioesclerosis.

En su determinación influyen múltiples factores. Señalaremos los más importantes :

  1. El aumento de la presión arterial. Este factor viene confirmado por la localización de las lesiones arterioescleróticas, principalmente en los puntos de las arterias que sufren una mayor tensión, como, por ejemplo, en el arco de la aorta, o en las zonas donde nacen las ramas colaterales de esta arteria. También lo afirma el hecho de que raramente se localizan las lesiones arterioescleróticas en las arterias pulmonares, que están sometidas a una menor tensión que las del resto del organismo.
  2. Los individuos que han sufrido inflamaciones o lesiones de las arterias por enfermedades infecciosas: especialmente sífilis y reumatismo, intoxicaciones —plomo, tabaco— y alteraciones metabólicas, como la diabetes o la gota, son los más propensos a la arterioesclerosis.
  3. Las distintas alteraciones involutivas de la edad se demuestran por la frecuencia con que la arterioesclerosis afecta a personas de más de cincuenta años. No obstante, puede observarse a edades más jóvenes, aunque entonces suelen hallarse antecedentes de herencia patológica de este estado.
  4. El trastorno metabólico, especialmente en relación con alteraciones en el metabolismo de la colesterina, se ha comprobado que juega un gran e importante papel en el determinismo de esta afección. Es usual en los citados enfermos que haya dos trastornos metabólicos : aumento de las cifras de colesterina en sangre, y aumento de las beta-lipoproteínas con disminución de las alfa-lipoprotelnas, siendo más constante el aumento de la relación beta a alfa. Y por el contrario, siendo mucho menos constante el aumento de la colesterina sanguínea, ya que ésta solamente se encuentra en la mitad de los arterioesclerosos (50 por ciento), si bien esta proporción aumenta en los hipertensos (60 por ciento) y en los diabéticos (80 por ciento). De ahí deducimos que es indudable la relación que hay entre la alimentación rica en grasas y esta enfermedad. Recordemos, no obstante, que hay casos de arterioesclerosis con aumento de colesterina en sangre y casos con la colesterina sanguínea normal.

En resumen, pues, las causas de esta enfermedad pueden dividirse en dos grupos: un factor mecánico de desgaste arterial que produce alteraciones anatómicas de las arterias, y un factor metabólico que se traduce por alteraciones en el metabolismo de la colesterina, por lo que ésta se deposita en las zonas desgastadas de las arterias, con lo cual éstas adquieren una consistencia y dureza peculiares (esclerosis).

Cuadro clínico.

Indudablemente el cuadro clínico que la arterioesclerosis puede determinar es muy variable según cuáles sean las arterias lesionadas y el grado de dichas lesiones. Así, se clasifica !as alteraciones según su localización preferente :

  1. Cardíaca: caracteriza a la enfermedad llamada esclerosis coronaria, que describiremos más adelante.
  2. Cerebral : suele manifestarse en unos casos con trastornos localizados (hemorragia cerebral), y otras veces en forma de alteraciones mentales que pueden variar desde la pérdida de la memoria hasta la demencia.
  3. Aórtica : es una localización muy frecuente. Puede desarrollarse en plena juventud y a menudo discurre de un modo asintomático, si bien el médico —al que se consulta para un simple reconocimiento— puede, mediante el examen radiológico y la auscultación, confirmar tal diagnóstico.
  4. Renal: cuando la arterioesclerosis afecta preferentemente a las arterias del riñón, da lugar a una forma clínica, que se denomina riñón encogido arterioesclerótico, con síntomas de nefritis crónica.
  5. Arterioesclerosis de las arterias de las extremidades: el síntoma típico que permite diagnosticar este estado es la llamada «claudicación intermitente», que consiste en que el paciente no nota molestias en reposo y se producen en cambio al andar, por lo cual de un modo intermitente ha de pararse para volver a reemprender la marcha y al cabo de poco rato producirse, de nuevo, las molestias. Se añade también en las primeras fases una disminución en la sudoración de las extremidades, sensación de frialdad y de embotamiento, como si los pies se le durmiesen. En las fases más avanzadas, el dolor incluso le ataca durante el reposo, aunque calma con el miembro en posición hacia abajo; pueden aparecer asimismo úlceras, muy dolorosas, en las extremidades, y de cicatrización muy lenta, e incluso suelen producirse gangrenas por obstrucción, no sólo de la arteria principal, sino de las pequeñas arterias colaterales.

Tratamiento.

Además de los múltiples medicamentos que han enriquecido las posibilidades terapéuticas para disminuir la colesterina sanguínea (ácido nicotínico, heparina, citosteroles y hormonas femeninas), insistiremos en las medidas de orden general que conviene conocer.

Ante todo, será preciso evitar los factores que aumentan el desgaste arterial: tabaco, alcohol, café. También será preciso disminuir todo aquello que aumente la presión arterial: esfuerzos (no sólo físicos sino también intelectuales), siendo de recomendar por lo menos diez horas diarias de cama. La dieta tenderá a disminuir los líquidos (en los casos sobre todo de presión aumentada) y las grasas. Es evidente que la alimentación rica en huevos, leche y derivados crea un metabolismo de lujo que conduce con mayor frecuencia a la agravación de la arterioesclerosis.

Muy interesantes son los estudios referentes al modo como influye sobre la aparición de arterioesclerosis el tipo de grasas de la alimentación. Esto nos permite comprender la escasa frecuencia de arterioesclerosis en aquellos pueblos que consumen abundante cantidad de pescados (esquimales y japoneses), así como aquellas comunidades de África y de China que usan aceite de maíz, de so|a o de girasol. Nos explica igualmente el porqué de la elevada frecuencia de arterioesclerosis en los Estados Unidos, donde el consumo de grasas de origen animal (huevos y teche) supera a la de cualquier país. El norteamericano toma a menudo de postre, como es sabido, helado o pastelería y en el desayuno, leche y huevos fritos. Según Gopalan, las clases altas de la India pagan un elevado tributo a la arterioesclerosis, por consumir mantequilla y grasas vegetales hidrogenadas, mientras que las clases bajas son menos atacadas por la enfermedad, por consumir aceite de sésamo.

La dieta vegetariana, o si acaso complementada con pescado, es muy eficaz, siendo muy interesante que el intestino sea evacuado regularmente, ya que el estreñimiento tiende a producir dificultades a la circulación que a su vez empeoran la arterioesclerosis.
En todos los casos en que la presión arterial esté aumentada de un modo patológico, seré preciso añadir la terapéutica correspondiente. También será necesario complementar el tratamiento con una medicación sintomática cuando la arterioesclerosis produzca trastornos localizados en distintos órganos.