El nombre de coreas se da a una serie de afecciones con excitación de la movilidad, consecutivas a alteraciones del sistema extrapiramidal (explicado cuando describimos la atetosis) que se presenta en distintas enfermedades del cerebro.
Se caracteriza por movimientos involuntarios particularmente rápidos, desordenados, no rítmicos, que afectan los músculos de todas las partes del cuerpo: extremidades, tronco y cara.
Todos los movimientos tienen un carácter coordinado, pero desprovisto de finalidad. Los enfermos que presentan dichos trastornos muestran movimientos diversos en los brazos y piernas, pequeños saltos al andar; y en la cara expresan gestos grotescos y visajes. Todos estos fenómenos desaparecen durante el sueño, y en cambio se incrementan al sufrir emociones o disgustos.
Dentro de las coreas cabe distinguir dos modalidades principales :
- Primero: La corea menor de Sydenham, o danza de San Vito. Es una enfermedad infecciosa del sistema nervioso que ataca sobre todo la segunda infancia entre los seis y quince años; especialmente en las chicas. En realidad es una forma cerebral del reumatismo infeccioso. Se trataría, pues, en definitiva, de un reumatismo cerebral.
La corea menor, generalmente, es de pronóstico fácil, si bien en algunas personas persiste durante toda su vida la propensión a sufrir sacudidas, que se acentúan con las excitaciones psíquicas.
El tratamiento se basa en el reposo en cama durante algunos meses. Administración de tónicos del sistema nervioso, en especial arsénico. Sedantes del tipo de los bromuros y tranquilizantes. Los baños calientes prolongados pueden ser útiles. No se descuidarán los medicamentos antiinflamatorios del tipo de la prednisona y el ACTH.” - Segundo: La corea crónica hereditaria de Huntington es muy diferente de la anterior. Ataca principalmente a los adultos entre veinte y sesenta años de edad, y además suele poseer un factor hereditario evidente. Por otro lado, su evolución es siempre desfavorable. Además de los movimientos crónicos del individuo —que son similares a los de la corea menor—, afecta a su estado intelectual, que disminuye progresivamente hasta llegar a la demencia. Es una enfermedad incurable.
El tratamiento resulta actualmente ineficaz. Queda limitado a la administración de sedantes, tranquilizantes, y al internamiento de los casos avanzados, en casas de salud. La embolia cerebral es la obstrucción brusca de una arteria cerebral.
Causas de las coreas.
Los émbolos pueden proceder:
- Primero:De una enfermedad de las válvulas del corazón: especialmente de la válvula mitral en la endocarditis.
- Segundo:Un coágulo procedente de la aurícula, en el caso de estrechez de la válvula mitral.
- Tercero:Puede provenir de un coágulo que se haya for mado dentro de un aneurisma.
- Cuarto:El émbolo puede originarse en un foco séptico, o sea en un foco de septicemia localizado en el pulmón, o en cualquier otro punto del sistema circulatorio.
Consecuencias anatómicas.
Como resultado de la obstrucción de una arteria cerebral se produce un estado de degeneración y reblandecimiento en la zona privada de sangre. Inicialmente la zona afectada se vuelve anémica, y si la circulación no es restablecida, se producen lesiones irreversibles.
Cuadro clínico de las coreas.
Una embolia cerebral presenta un cuadro clínico distinto, según cuál sea la localización del émbolo. En algunos casos con localización en zonas llamadas silenciosas, los síntomas pueden ser mínimos o pasar inadvertidos. Por lo general el cuadro clínico suele ser debido al de la apoplejía, con parálisis de medio cuerpo: transitoria o permanente.
En la embolia cerebral recordaremos que hay unos rasgos comunes a todos los casos; son:
- Que suele afectar preferentemente a adultos jóvenes.
- Se trata de pacientes que sufrían del corazón; aunque en muchos casos esto suele ignorarse.
- El comienzo de la complicación cerebral es brusco, casi siempre sin síntomas previos de la afección cardíaca.
- La pérdida del conocimiento raramente es muy profunda.
Con mucha frecuencia la embolia cerebral comienza con un estado convulsivo. Pero además de los mencionados datos comunes existen una serie de síntomas que varían según la localización de la embolia. Por ejemplo, cuando la embolia se localiza en la arteria cerebral media se produce una hemiplejía permanente, o una afasia, con hemiplejía transitoria. Según sea la rama de la arteria cerebral media también podrá quedar afectada la vista del enfermo, con alteraciones diversas.
Si se afecta la arteria cerebral posterior, se producen alteraciones en la vista, que podrán ir acompañadas de anestesia en la mitad del cuerpo.
La localización en la arteria cerebral anterior produce una demencia de carácter progresivo.
La afectación de la arteria vertebral —que es la encargada de irrigar el bulbo— puede causar parálisis bulbar aguda; pero sus alteraciones clínicas variarán según se afecten las distintas arterias que de ella se derivan, o que con ella contraen anastomosis.
Pronóstico.
Con respecto a las parálisis que se han producido como consecuencia de una embolia cerebral, la recuperación es excepcional; excepto en los casos en que la mejoría del atacado empieza a las dos o tres semanas.
Tratamiendo de las coreas
- Primero: Se mantendrá al paciente en completo reposo en una habitación aislada, sin ruidos y con poquísima luz. Hablarle poco, molestándole lo menos posible. Se le mantendrá sentado o ligeramente incorporado en la cama.
Ladear al enfermo, con mucha prudencia, varias veces al día, para evitar pulmonías por estasis. - Segundo: Higiene cuidadosa de la piel, manteniendo al paciente sobre un colchón neumático o de agua, para evitar la úlcera por decúbito.
- Tercero: Contra el dolor de cabeza, aplicación de una bolsa de hielo.
- Cuarto: Para prevenir las contracturas y deformaciones de las extremidades afectadas es conveniente efectuar movimientos pasivos, sistemáticos, de las mismas, con estimulaciones de los músculos antagonistas de los contracturados. Dichos tratamientos se iniciarán tres semanas después de ocurrida la embolia. Antes, no.
- Quinto: La alimentación será preferiblemente a base de una dieta vegetal y pobre en líquidos, sin especias y poca sal.
- Sexto: Desde el punto de vista medicamentoso, el médico echará mano de los anticoagulantes (dicumarol, heparina v tromexano): los estimulantes del centro respiratorio (lobelina), los medicamentos que actúan combatiendo la hinchazón edematosa del cerebro, como la inyección intravenosa de solución hipertónica de glucosa; los antiespasmódicos, como la papaverina y la buscapina. También se emplearán medicamentos contra la fragilidad de los vasos, como la rutina y la vitamina C.
En los casos de embolias sépticas, es decir, producidas por microbios procedentes de focos infecciosos, se recurrirá a los antibióticos.