Síntomas del coma hiperosmolar no cetoacidótico

Aunque ya Frerichs en 1883 y Dreschfeld en 1886 habían observado que los diabéticos podían entrar en un coma hiperosmolar no cetoacidótico sin que se objetivase cetosis, y posteriormente Revillet, en 1914, al observar un caso similar pensase qué podía ser debido a una menor excreción por los riñones de cuerpos cetónicos, es Umber en 1924 el primero que admite la existencia en algunos diabéticos de un coma sin cetonuria y que, al mismo tiempo, tiene la característica de acompañarse de glucemias más altas de las habituales.

Sin embargo, hay que llegar a 1957, fecha en que Sament y Schwartz hacen la primera descripción de este proceso. Desde entonces hasta la fecha se han publicado más de 350 casos, aunque en algunos de ellos quedan dudas de si el diagnóstico era correcto.

Sintomatología

Cuatro características que presentan estos enfermos son dignas de tenerse en cuenta:

1. En la gran mayoría de los casos, los enfermos son mayores de 50 años de edad. Aunque se ha descrito algún caso en jóvenes  y en niños, la edad media en 40 casos es de 59,9 años, y en el importante trabajo de McCurdy, en 1970, era de 57 años.

2. En casi el 75 por 100 de todos los enfermos, el coma fue la primera manifestación de la diabetes.

3. Los valores de glucemia están por término medio por encima de los 1.000 mg por 100 ml.

4. Después de sobrepasado el cuadro agudo, la diabetes sigue siendo leve en la mayoría de los casos, de forma que es posible compensarla con antidiabéticos orales.

Primeros síntomas

El cuadro se inicia generalmente de una forma insidiosa, con poliuria, polidipsia y a veces polifagia, que se van acentuando lentamente. Al cabo de cierto tiempo -a veces transcurre una semana y más- se van produciendo alteraciones del sensorio, que van a conducir al coma.

En otras ocasiones se presenta de una forma más aguda, sobre todo cuando actúan como desencadenantes procesos que facilitan las pérdidas de agua, con lo que se acentúa la deshidratación, que es la causa fundamental para que se cree una hiperosmolaridad. Entre las causas desencadenantes se han citado muchas y muy heterogéneas.

Fundamentalmente, las infecciones, quemaduras y traumatismos. En ocasiones, como consecuencia de pancreatitis o de cáncer de páncreas. Después de gastroenteritis, de la toma de corticoides, por el empleo abusivo de diuréticos o de difenilhidantoinato. Potter, en 1966, y Handa, en 1968, han descrito dos casos de coma hiperosmolar como complicación de una diálisis peritoneal.