La presencia en la orina de un azúcar “reductor” distinto de la glucosa se denomina mellituria. En tal caso, la prueba específica de la glucosa-oxidasa es obviamente negativa. De las siguientes melliturias no diabéticas, señale dos que se consideran fisiológicas:
- A Glucosuria renal verdadera.
- B Fructosuria esencial.
- C Xilulosuria.
- D Manoheptulosuria.
- E Lactosuria del embarazo.
D y E. Manoheptulosuria y lactosuria del embarazo.
La presencia de un azúcar reductor distinto de la glucosa se caracteriza por no ser detectado polla prueba específica de la glucosa-oxidasa. Ente las melliturias fisiológicas se encuentra la manoheptulosuria, que consiste en la presencia de una heptosa por sobrecarga alimentaria de avocado o aguacate. Otra mellituria fisiológica es la lactosuria, que puede aparecer en la mujer embarazada al final de la gestación. También se considera entre las melliturias fisiológicas a la sacarosuria de los golosos, la maltosuria de los grandes bebedores de cerveza, la fructosuria por gran ingesta de frutas o miel y la pentosuria de los grandes consumidores de frutas o cebollas.
Otras melliturias pueden ser patológicas, secundarias a deficiencia hepática (fructosuria, galactosuria)., trastorno intestinal (lactosuria y sacarosuria por enteritis) o trastorno renal (“diabetes” renal y glucosuria por tubulopatías: Wilson, Toni-Debré-Franconi y Lowe).
Finalmente, existen melliturias primitivas o esenciales: beningnas (fructosuria esencial, pentosuria esencial o xilosuria y sacarosuria endógena) y graves (intolerancias congénitas a la galactosa, fructosa, sacarosa y lactosa).
El siguiente algoritmo que representamos a continuación ha sido diseñado por nosotros para el diagnóstico diferencial de la glucosuria.
- DIAGNOSTICO DIFERENCIAL DE LA GLUCOSUWA
- SINDROME HIPERGLUCEMICO PRIMARIO
La microalbuminuria se considera el signo clínico principal de la denominada fase incipiente o precoz de la nefropatia diabética. Recientemente, se ha logrado un consenso para definir la microalbuminuria como la “tasa de excreción de albúmina urinaria” (UAER) por encima del límite superior de la normalidad (20 fig/min), pero por debajo de la detección de las pmebas clínicas estándares (200 fig/min).
El diagnóstico de nefropatia diabética precoz puede hacerse solamente cuando la microalbuminuria se encuentra en dos de las tres muestras de orina recogidas en seis meses, y sólo después de la exclusión de otras causas de elevación transitoria o reversible de la excreción de albúmina (ej. mal control metabòlico, ejercicio físico, hipertensión arterial insuficiencia cardíaca y sobrecarga acuosa) que podría causar un diagnóstico erróneo.
La hiperfiltración glomerular (aumento del GFR) parece ser el segundo importante predictor de la nefropatia en los diabéticos insulinodependientes.
El tercer “marcador” de signos de nefropatia diabética puede ser una discreta elevación de la tensión arterial (no en niveles claramente hipertensivos).
Tanto la franca proteinuria (con o sin edema) como la elevación de la creatinina plasmática son signos avanzados de nefropatia.
La elevación de la hemoglobina glicada es la expresión de un mal control metabòlico restrospectivo de la diabetes en las últimas 8-12 semanas.